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Superviviente de cáncer cerebral tiene como misión apoyar a otras personas que viven con la enfermedad

Un diagnóstico de cáncer cerebral lo cambia todo. Incluso con un equipo médico experto a su lado, muchos pacientes experimentan una sensación abrumadora de miedo y aislamiento cuando se enfrentan a su futuro incierto. Lanette Veres, a quien le diagnosticaron cáncer cerebral por primera vez hace 24 años, conoce muy bien esos sentimientos. Como fundadora de Gray Matters Foundation y colaboradora oficial de Ivy Brain Tumor Center en Barrow Neurological Institute, Lanette ha adoptado como misión el apoyar a otras personas que se enfrentan a la enfermedad.

El cáncer cerebral es un diagnóstico devastador

En 1998, Lanette estaba en la cima de su carrera como gerente de relaciones bancarias y al mismo tiempo hacía malabares con las responsabilidades de ser madre soltera de dos niños pequeños. Siempre estaba ocupada y en movimiento. Cuando Lanette empezó a sufrir dolores de cabeza, no le dio importancia e intentó ignorarlo. Pero los dolores seguían empeorando. Durante un año, Lanette intentó en vano que su compañía de seguros autorizara una imagen por resonancia magnética (IRM). Entonces, ocurrió lo inesperado. Lanette había salido con una amiga cuando, de repente, sufrió una convulsión focal. Fue una lucha, pero la compañía de seguros de Lanette finalmente cedió y le concedió la IRM. Los resultados de esa IRM cambiarían su vida para siempre. “Han pasado 24 años, pero aún puedo recordar ese momento como si fuera ayer. Estaba sentada en mi escritorio del trabajo y el médico me llamó y me dijo que tenía una masa del tamaño de una pelota de béisbol en el cerebro y que necesitaba cirugía inmediata para extirparla”, recuerda Lanette.

El diagnóstico le arrebató el aire de sus pulmones. Solo había conocido a otra persona con cáncer cerebral, su querida abuela, que había sucumbido a la enfermedad en apenas nueve semanas, dejándola desconsolada. “Lo primero que pensé fue que no podía morir. Mi abuela había muerto de un tumor cerebral. Esa era toda mi experiencia con ellos: tenías un tumor cerebral y morías. Yo no podía hacer eso. Tenía dos hijos que criar, y quería vivir”, dice.

Comenzar el largo viaje para sobrevivir al cáncer cerebral

Sobreviviente de cáncer cerebral con su esposo y sus dos hijos
Lanette y su familia

El 2 de septiembre de 1998, Lanette fue sometida a una cirugía de 13 horas en Barrow Neurological Institute para extirparle el tumor del lado derecho del lóbulo temporal. La cirugía fue un éxito. Sin embargo, Lanette no sabía que su viaje apenas acababa de empezar. “Pensé que me iban a extirpar el tumor y que volvería sin más al trabajo y a la vida como siempre. Pero eso no es lo que ocurrió”, afirma. En cambio, un examen patológico reveló que el tumor de Lanette era canceroso. En cuanto escuchó el pronóstico, sintió un vacío en el estómago. La vida, tal y como ella la conocía, nunca volvería a ser la misma. “No pensé que no podría volver a trabajar, pero después de la cirugía para extirpar un segundo tumor, tuve que retirarme por razones médicas, porque el problema había afectado mi capacidad para las matemáticas”, dice Lanette. De repente, se encontró ante el precipicio de un futuro totalmente nuevo como superviviente de un cáncer cerebral, y se sintió completamente perdida y sola. 
Explica: “Me fui sin saber si se ofrecía algún tipo de apoyo. No sabía con quién hablar o a quién acudir, así que decidí hacer algo yo misma”.

Con el tiempo, Lanette empezó a adaptarse a su nueva vida. Se casó con el amor de su vida, Mike, asistió a conferencias sobre supervivencia a tumores cerebrales y empezó a enviar tarjetas y paquetes alegres a los pacientes que conocía en las diferentes actividades de apoyo.

El camino para convertirse en superviviente de un cáncer cerebral no es una línea recta

En 2003, Lanette celebró oficialmente el quinto aniversario de su diagnóstico inicial. Estaba eufórica. “Recuerdo cuando el médico me dijo que, para los pacientes con tumores cerebrales, si llegas a los cinco años, lo estás haciendo fantástico; si llegas a los diez, lo tienes resuelto. Yo pensaba, Dios mío, lo logré. Sobreviví”, dice. Sin embargo, la celebración duró poco. En su siguiente exploración, Lanette recibió una noticia devastadora. La IRM reveló que tenía otro tumor cerebral, pero esta vez cerca del tronco encefálico, lo que lo hacía inoperable. La única opción de Lanette era la quimioterapia y la radiación. Fue completamente desalentador: estaba agotada con esta batalla, y la idea de otro tratamiento más era increíblemente sobrecogedora. “Lo malo de ser una superviviente durante mucho tiempo es que cuanto más sabes, más miedo te da. Es decir, ¿cuántas veces puedes tener a alguien entrando en tu cerebro y aun así salir caminando y hablando? Tu cerebro es lo que tú eres, y yo estaba muy preocupada por mi mente”, dice.

Pensé, si voy a vivir, mejor que sea con intención.

Lanette Veres, superviviente de cáncer cerebral

Una vez más, Lanette superó el tratamiento con una fuerza y un positivismo rotundos. Desde entonces, su estado es estable. “Todos los años celebro mi tumorversario como si fuera mi cumpleaños”, dice. “Pensé, si voy a vivir, mejor que sea con intención.”

Apoyar a otros pacientes con cáncer cerebral

A pesar de haberse sometido a cinco cirugías cerebrales, Lanette no ha bajado el ritmo. En 2007, estableció oficialmente Gray Matters Foundation para apoyar y empoderar a las personas afectadas por tumores cerebrales mediante actividades de divulgación, concienciación y asistencia. Hasta la fecha, Lanette ha enviado paquetes de apoyo a pacientes con tumores cerebrales de los 50 estados y 23 países. Cuando observa lo lejos que ha llegado Gray Matters Foundation, dice: “Es una locura. Nunca soñé que se convertiría en lo que es. Solo estaba ayudando con un grupo de apoyo; ese era mi regalo de agradecimiento. Ahora ayudo a personas de todo el mundo. Es algo magnífico en lo que volcar mi corazón”.

A lo largo de los años, Lanette ha mantenido a Barrow cerca de su corazón. Ella ayuda a organizar el Grupo de Apoyo para Personas con Tumores Cerebrales de Barrow, que se reúne en persona el cuarto martes de cada mes, de 6:00 p. m. a 7:30 p. m. en el Pabellón Sonntag en Barrow Neurological Institute. Además, Gray Matters Foundation es ahora el socio oficial de apoyo de Ivy Brain Tumor Center. “Al colaborar con el Ivy Center y ofrecer el grupo de apoyo de forma virtual, conseguimos que participen personas de todas partes y podemos hablarles sobre un lugar que ofrece mucho más a los pacientes”, afirma. “Siempre digo que, si hay una cosa que puedo recomendar, es que se pongan en contacto con la gente del Ivy Center porque pueden ayudar. Pueden ofrecer esperanza”.

Ayude a Ivy Brain Tumor Center a cumplir su misión de contribuir a la curación del cáncer cerebral en la próxima década haciendo un regalo hoy mismo.

Sobreviviente de cáncer cerebral sosteniendo una foto de su familia

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