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Blog de Ivy

El diagnóstico de glioblastoma lleva a la familia a hacer que cada día sea significativo

Pensé que habíamos superado lo peor.

El año 2020 fue uno de los más duros para mi marido, Tim, y para mí. Ambos trabajábamos como enfermeros en un hospital tratando a pacientes de COVID-19 durante el punto álgido de la pandemia, con tres niños pequeños en casa y otro en camino.

Paciente con cáncer de cerebro de pie con su familia
Amber y Tim Jackson con sus hijos

Al comienzo del año nuevo, Tim y yo teníamos la esperanza de que las cosas empezarían a volver a la normalidad. No sabíamos que nuestra lucha más dura estaba a la vuelta de la esquina.

Era febrero de 2021, apenas cinco semanas después del nacimiento de nuestro cuarto hijo. Tim estaba trabajando en un turno especialmente ajetreado en el hospital cuando empezó a dolerle la cabeza y a sentirse confuso. Dio un paseo por la unidad con un compañero de trabajo para tomarse un descanso rápido. En mitad del paseo, Tim colapsó y tuvo una convulsión.

Cuando me llamaron del hospital y me dijeron lo que había pasado, no podía creerlo. Tim solo tenía 43 años. Estaba sano, era activo y no tenía antecedentes de convulsiones. Recuerdo que pensé: ¿qué puede haber causado esto?

La respuesta llegó cuando una imagen por resonancia magnética (IRM) reveló que Tim no tenía solo uno, sino tres tumores cerebrales.

Los días siguientes fueron una confusión de preocupaciones y temores. Entonces, tras una biopsia, recibimos la noticia que más temíamos: Tim tenía glioblastomas, un tipo de cáncer cerebral agresivo y a menudo mortal.

Ese momento lo cambió todo para nosotros. Fue como si todo nuestro mundo se hubiera detenido. Las dos primeras semanas tras el diagnóstico de Tim fueron las más aterradoras de mi vida. No sabíamos qué esperar ni qué planificar.

Cuando consultamos a una cirujana acerca de extirpar el tumor, nos dijo que era inoperable. Tim y yo estábamos desolados, pero no íbamos a rendirnos tan fácilmente. Teníamos cuatro hijos pequeños que necesitaban a su padre y estábamos decididos a luchar contra este cáncer con todas nuestras fuerzas.

Después de consultar a varios médicos, uno de ellos nos recomendó a Nader Sanai, MD, de Ivy Brain Tumor Center en Barrow Neurological Institute. Aquel primer encuentro con el Dr. Sanai, con sus conocimientos y su amabilidad, cambió por completo nuestra perspectiva sobre el diagnóstico. Entramos pensando que era el final y salimos con una sensación de esperanza renovada y con opciones por delante.

Paciente de GBM, Tim Jackson con su esposa Amber
Amber y Tim Jackson

Desde entonces, Tim se sometió a una cirugía para extirpar los tumores y ha participado en dos ensayos clínicos de fase 0 en Ivy Brain Tumor Center de Barrow. Una de las cosas que más aprecio del Ivy Center es que nunca le dijeron a Tim que solo le quedaba un cierto tiempo de vida. En cambio, se centraron más en cómo pueden ayudarnos a vivir ahora. Eso ha sido formidable.

Después del diagnóstico de Tim, quisimos aprovechar todas las oportunidades para estar juntos como familia, para hacer que cada momento de cada día fuera significativo. El Ivy Center nos permitió hacerlo. Desde el principio, el Dr. Sanai nos dijo que nos guiaría en todo, pero que le dejáramos hacer todo el trabajo duro mientras nosotros nos centrábamos en nuestra familia. Ha sido muy tranquilizador saber que alguien está luchando por nosotros y trabajando tan duro para garantizar que Tim reciba el mejor tratamiento posible. El Ivy Center ha cuidado verdaderamente de toda nuestra familia, nos han tendido la mano para ayudarnos y nos han rodeado de amor.

Ya pasó más de un año desde el diagnóstico de Tim. Pasó la Navidad, vio a nuestro hijo cumplir un año y estuvo presente en muchos otros acontecimientos que no sabíamos si llegaría a ver. Le doy el crédito por ello al Ivy Center.

Paciente de pie y sonriendo con su esposa e hijos

Por favor, considere hacer una donación deducible de impuestos a Ivy Brain Tumor Center en Barrow para apoyar el cuidado amoroso que les ofrecen a los pacientes y su misión urgente de encontrar una cura para el cáncer cerebral dentro de esta década. Su donación para ayudar a combatir el cáncer cerebral será igualada, hasta $250,000, por un donante generoso.

Si bien el glioblastoma es un tipo de cáncer agresivo que provoca cambios en la vida, no significa que todo esté perdido; aún hay esperanza ahí afuera.

El Ivy Center es la encarnación de esa esperanza. Ayudaron a mi familia de maneras que no puedo expresar. Me dieron esperanzas para el futuro, y no podría estarles más agradecida.

Únase a mí y haga hoy mismo su donación deducible de impuestos para ayudar al Ivy Center a atender a pacientes con cáncer cerebral como mi esposo y a familias como la mía. Recuerde, ¡su donación será igualada! La generosidad de su apoyo llevará esperanza a muchas personas. Por ello, le doy las gracias.

Con gratitud,

Amber Jackson

Esposa de Tim Jackson, paciente agradecido del Ivy Brain Tumor Center en Barrow Neurological Institute

Paciente con tumor cerebral y su esposa sonriendo

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